Bienvenid@

Bienvenido a este espacio dedicado a los poetas y a la poesía

miércoles, 28 de julio de 2010

Luis Rosales




Cada nueva esperanza que sentimos nos hace ver de manera distinta el pasado"
Luis Rosales
*
*
*
Luis Rosales Camacho, fue un poeta y ensayista español de la generación de 1936 Miembro de la RAE desde 1962 Obtuvo el Premio Cervantes en 1982 por el conjunto de su obra literaria.

Nació en Granada un 31 de mayo en 1910, en el seno de una familia conservadora En 1930 se traslada a Madrid para estudiar Filosofía y Letras, obteniendo el doctorado.

Inició su actividad literaria en la revista Cruz y Raya, dirigida por Pablo Neruda y José Bergamín.

En la capital de España, entabla amistad con Luis Felipe Vivanco, Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo y José García Nieto, llamados garcilasistas por su inclinación hacia las formas clásicas e influencia de Garcilaso de la Vega.

Será entonces cuando se convierte en la cabeza de la Generación del 36 y en uno de los máximos exponentes de la denominada "poesía arraigada", (es decir, la poesía entrañable, de hondo aliento intimista, que centra su atención en los hechos y las figuras de la cotidianidad que rodea al poeta).

Por estas fechas, conoce también a César Vallejo, el poeta peruano cuya obra había de causar honda mella en varios poetas del momento.

En 1935 aparece Abril, su primer libro de poemas, inspirado en la relación amorosa que mantuvo con una compañera de facultad.

En agosto de 1936, recién iniciada la guerra civil española, arrestan en su casa de Granada a su amigo García Lorca, que se había refugiado en ella, pese a que Rosales había obtenido garantías de respetarlo por parte de las autoridades rebeldes

Sus gestiones y las de sus hermanos no consiguen impedir el fusilamiento de su amigo, además les suponen la expulsión breve del partido falangista y una fuerte multa


***--- LEYENDA: Existe una leyenda negra contra Luis Rosales,
consistente en su participación en el asesinato de Lorca Importantes historiadores han demostrado no sólo que no tuvo nada que ver, sino que su afán por salvarlo pudo costarle a él la vida A Rosales le condenaron a muerte, pero se salvó gracias al falangista Narciso Perales, que terció en su favor pagando una multa de 40000 duros.




Colabora junto a Dionisio Ridruejo, Gonzalo Torrente Ballester, Pedro Laín Entralgo y Luis Felipe Vivanco en la revista Jerarquía (revista negra de la Falange) Publica, en colaboración con Luis Felipe Vivanco, el primer volumen de la célebre antología Poesía heroica del Imperio, acorde con la ideología oficial de la época

Aparece su Retablo sacro del nacimiento del Señor Inicia su actuación como secretario de la revista Escorial dirigida por Dionisio Ridruejo Comienza su labor investigadora en los manuscritos de la Biblioteca Nacional de la que surgirán importantes trabajos sobre el Siglo de Oro español como la Antología poética de Juan de Tassis, Conde de Villamediana publicada en 1944, autor al que dedicará su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua en 1964

Publica La casa encendida, en edición de Cultura Hispánica, ilustrada por José Caballero por la que recibe el Premio Nacional de Poesía de 1949. En 1960 publica, en dos volúmenes y prologado por Ramón Menéndez Pidal, su ensayo Cervantes y la libertad

Ideológicamente fue evolucionando desde las ideas autoritarias de su juventud hacia posiciones democráticas en su madurez


Entre las obras de Rosales figuran:
Retablo sacro del nacimiento del Señor (1940);
La casa encendida (1949); Premio Nacional de Poesía
Rimas (1951), obtuvo el Premio Nacional de Literatura;
El contenido del corazón (1969), poemas en prosa;
Cómo el corte hace sangre (Rimas del último día);
"Diario de una resurrección" (1979),
la antología "Verso libre" (1980),
"Un rostro en cada ola" (1982)
"La carta entera" (1980-1984)

En 1973 obtuvo, ex aequo con A Gallego Morell, el Premio Nacional de Literatura Miguel de Unamuno


En 1962 ingresó en la RAE aunque no leyó su discurso de ingreso hasta 1964. Desde ella luchará por la unidad de la lengua española y destacará su defensa de los clásicos Toda esta labor se verá reflejada en su antología sobre la "Poesía española del Siglo de Oro", que publica el año 1970.


En 1982 es galardonado con el Premio Cervantes de Literatura. Ese mismo año se le concede la distinción Prometeo de plata Un año después, se le rendirá homenaje en la II Feria de la Poesía de Madrid.

Muere en Madrid el 24 de octubre de 1992 a la edad de 82 añosSus restos descansan en el cementerio de Cercedilla
*
*

Cuando vivimos tanto
que hay que pagar exceso,
hay algo en el amor
como una luz suicida,
tal vez es sólo eso,
y hay amores que duran algo menos que un beso
y besos que han durado algo más que una vida
*
Diario de una resurrección*



Información obtenida de:
http://wwwepdlpcom/escritorphp?id=2229
http://wwwportal-localcom/occu_cer_lrosa_vidasp
http://aula2el-mundoes/aula/noticiaphp/2000/05/29/aula959367615html
http://wwwcervanteses/bibliotecas_documentacion_espanol/biografias/bucarest_luis_rosaleshtm
--------------------------------


CANCIÓN DE LA NIEVE QUE UNIFICA AL MUNDO

Somos hombres, Señor, y lo viviente
ya no puede servirnos de semilla;
entre un mar y otro mar no existe orilla;
la misma voz con que te canto miente.

La culpa es culpa y oscurece el bien;
sólo queda la nieve blanca y fría,
y andar, andar, andar hasta que un día
lleguemos, sin saberlo, hasta Belén.

La nieve borra los caminos; ella
nos llevará hacia Ti que nunca duermes;
su luz alumbrará los pies inermes,
su resplandor nos servirá de estrella.

Llegaremos de noche, y el helor
de nuestra propia sangre Te daremos.
Éste es nuestro regalo: no tenemos
más que dolor, dolor, dolor, dolor.

Luis Rosales


-----------------------

AUTOBIOGRAFÍA

Como el náufrago metódico que contase las olas
que faltan para morir,
y las contase, y las volviese a contar, para evitar
errores, hasta la última,
hasta aquella que tiene la estatura de un niño
y le besa y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de
caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería.

Luis Rosales, 1951
----------------------


MEMORIA DE TRÁNSITO

Herido de amor huido
F. García Lorca


Abril, porque siento, creo,
pon calma en los ojos míos,
¿los montes, mares y ríos,
qué son sino devaneo?;
mirando la nieve veo
memoria de tu hermosura,
y cuando vi en su blancura
tu inmediata eternidad,
¿fuiste si no claridad,
temblor, paciencia y dulzura?

Tu leve paso indolente
deja en mis ojos su aroma,
los ojos en donde toma
revelación permanente;
bienaventuradamente
nacieron para el olvido,
tu piel de asombro encendido,
tus ojos de limpio viento,
y esta ternura que siento
«herido de amor huido».

Los sitios donde has estado
en la memoria los llevo
sólo para ver de nuevo
el rastro que allí has dejado;
la tierra que tú has pisado
vuelvo a pisar; nada soy
más que este sueño en que voy
desde tu ausencia a la nada.
me hizo vivir tu mirada:
fiel al tránsito aquí estoy.

Luis Rosales



LARGA ES LA AUSENCIA

La sombra siempre y luz sin la luz mía
HERRERA

Tu soledad, Abril, todo lo llena.
Colma de luz la espuma y la corriente.
Aurora niña con su sol reciente.
Toro en golpe de mar como mi pena.

La soledad del corazón resuena
desierto ya como un reloj viviente,
como un reloj que late porque siente
la marcha de tu pie sobre la arena.

Y así vas caminando sangre adentro,
sangre hacia arriba, hacia el primer encuentro,
sangre hacia ayer en la memoria mía;

¡ay, corazón, donde me pisas tanto!,
¡qué soledad sin ti, cierva de llanto!
qué soledad de luz buscando el día.

Luis Rosales



Y ESCRIBIR TU SILENCIO SOBRE EL AGUA

Sólo florece el agua que está queda
MIGUEL DE UNAMUNO

No sé si es sombra en el cristal, si es sólo
calor que empaña un brillo; nadie sabe
si es de vuelo este pájaro o de llanto;
nadie le oprime con su mano, nunca
le he sentido latir, y está cayendo
como sombra de lluvia, dentro y dulce,
del bosque de la sangre, hasta dejarla
casi acuñada y vegetal, tranquila.
No sé, siempre es así, tu voz me llega
como el aire de Marzo en un espejo,
como el paso que mueve una cortina
detrás de la mirada; ya me siento
oscuro y casi andado; no sé cómo
voy a llegar, buscándote, hasta el centro
de nuestro corazón, y allí decirte,
madre, que yo he de hacer en tanto viva,
que no te quedes huérfana de hijo,
que no te quedes sola allá en tu cielo,
que no te falte yo como me faltas.

Luis Rosales



La lámpara del cuerpo es el ojo, así que si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso.
SAN MATEO, VI, 22

Verte, qué visión tan clara.
Vivir es seguirte viendo.
Permanecer en la viva
sensación de tu recuerdo.

Verte. La distancia nace.
El cielo suprime al cielo.
La vida se multiplica
por el número de puertos.

Todo colmado por ti.
No ser más que el ojo abierto,
y eternizar el más leve
escorzo de tu silencio.

Verte para amarlo todo.
Claustro en tranquilo destierro.
Dulzor de caña lunada.
Luz en órbita de sueño.

Mortal límite de ti.
Cielo adolescente y tierno.
Núbil paciencia de playa.
Vivir es seguirte viendo.

¡Verte, Abril, verte tan sólo!
Tranquilísimo desierto.
Pena misericordiosa.
Sosegado advenimiento.

Verte: qué oración tan pura,
islas, nubes, mares, vientos,
las cinco partes del mundo
en las yemas de los dedos.

Luis Rosales



LA TRASFIGURACIÓN
Siento tu cuerpo entero junto al mío;
tu carne
es
como un ascua,
fresca e imprescindible
que está fluyendo hacia
mi cuerpo, por un puente
de miel lenta y silábica.
Hay un solo momento en que se junta
el cuerpo con el alma,
y se sienten recíprocos,
y viven
su trasfiguración,
y se adelantan
el uno al otro en una misma entrega,
desde su mismo origen deseada.
Siento tus labios en mis labios, siento
tu piel desnuda y ávida,
y siento,
¡al fin!
esa frescura súbita
como una llamarada
de eternidad, en que la carne deja
de serlo y se desata,
se dispersa en el vuelo,
y va cayendo
en la tierra sonámbula
de tu cuerpo que cede interminable-
mente cediendo,
hasta
que el vuelo acaba y ya la carne queda
quieta, milagreada,
y me devuelve al cuerpo,
y todo ha sido
un pasmo, un rebrillar y luego nada.

Luis Rosales



LA ÚLTIMA LUZ
Eres de cielo hacia la tarde, tienes
ya dorada la luz en las pupilas,
como un poco de nieve atardeciendo
que sabe que atardece.
Y yo querría
cegar del corazón, cegar de verte
cayendo hacia ti misma
como la tarde cae, como la noche
ciega la luz del bosque en que camina
de copa en copa cada vez más alta,
hasta la rama isleña, sonreída
por el último sol,
¡y sé que avanzas
porque avanza la noche! y que iluminas
tres hojas solas en el bosque,
y pienso
que la sombra te hará clara y distinta,
que todo el sol del mundo en ti descansa,
en ti, la retrasada, la encendida
rama del corazón en la que aún tiembla
la luz sin sol donde se cumple el día.

Luis Rosales


EL BOSQUE SE IBA HACIENDO AL ARDE
tristemente naturales
J.Guillén
Me están mirando en tus ojos
los ángeles del instante,
los ángeles que han perdido
la memoria al contemplarse.
Me estoy reuniendo en tus brazos;
te siento casi quemándome;
arden el tronco y las ramas
pero las hojas no arden.
Estamos juntos, sin vernos,
repetidos y distantes,
juntos pero no vividos,
tristemente naturales.

Luis Rosales

1 comentario:

  1. sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
    sino en las cosas que yo más quería (!!)

    ResponderEliminar