
Veraneando en San Sebastián, con 19 años, conoce a Luis Buñuel, y, durante cinco años, serán novios. Ese noviazgo, y la amistad con Alberti y Lorca, la unirán al grupo del 27.
Viaja por varios paises, destacando Inglaterra y Argentina. Conoce a Manuel Altolaguirre en 1931, un año más tarde se casan y viven, de 1933 a 1935, en Londres, donde nace su hija Paloma.
Junto con su marido contribuye a la difusión de la obra del grupo del 27, editando colecciones de poesías y revistas como Poesía, Héroe, 1616, y Caballo verde para la poesía. Se exilian tras la guerra civil a Paris, y La Habana, aquí hasta 1943. Un año después llegan a México donde se separan.
Regresa a Mdrid en 1966. Sigue residiendo en México hasta su fallecimiento en 1986. En 1991 se publican sus memorias sacadas de unas cintas que había ido grabando su nieta, Paloma Ulacia Altolaguirre.
Pertenece al grupo de las Sinsombrero
Poemas de Concha Méndez aquí
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Pertenece al grupo de las Sinsombrero
Poemas de Concha Méndez aquí
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Obras
- La caña y el tábaco (Inédita)
- Inquietudes, 1926
- Surtidor, 1928
- El ángel cartero, 1929
- Canciones de mar y tierra, 1930
- El personaje presentido, 1931
- Vida a vida, 1932
- Ha corrido una estrella 1933-1935, 1935
- El pez engañado 1933-1935, 1935
- El carbón y la rosa, 1935
- Niño y sombras, 1936
- Prólogo de El solitario (El nacimiento), 1938
- Lluvias enlazadas, 1939
- El solitario (Amor), 1941
- Sombras y sueños, 1944
- Villancicos de navidad, 1944
- El solitario (Soledad), 1945
- Vida o río, 1979
- Memorias habladas, memorias armadas, 1991
Fuente: escritoras.com
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Ancho es el mar; él ha de separamos;
quedarán nuestras almas enlazadas.
Como un último retrato, en nuestros ojos
impresas lucirán nuestras miradas.
El barco en que he de ir está en el puerto;
a éste seguirá otro en que tú vayas.
Te esperarán mis brazos, no se en dónde...
tal vez en algún puerto... en una playa..!
Como un último retrato, en nuestros ojos
impresas lucirán nuestras miradas.
El barco en que he de ir está en el puerto;
a éste seguirá otro en que tú vayas.
Te esperarán mis brazos, no se en dónde...
tal vez en algún puerto... en una playa..!
Poesía de Concha Méndez
Fotografía de María J. Leza ©
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